Reflexiones de nuestro último Viaje a Marrakech

El agua es un elemento fundamental en cualquier paisaje pero en Marrakech, adquiere un significado especial. No solo es un bien preciado, sino que es el eje alrededor del cual gira la vida de la ciudad. 

Banner image

Fecha

Mayo 2023

Tipo

Escritos

El paisaje no es estático, no es universal; es un organismo vivo que se modula y se transforma a través de los usos y costumbres de las personas que lo conforman. Marrakech es conocida como la "ciudad roja", pero en este viaje, nuestro objetivo era estudiar su "hilo azul", ese fluir constante y vital que recorre sus jardines: el agua.

Viajar, para nosotros, es una forma de volver a casa con una nueva visión, con una comprensión más profunda de nuestro papel y responsabilidad como paisajistas. Es un recordatorio de que tenemos numerosos puntos en común con el resto del mundo a pesar de las diferencias culturales y geográficas.

El agua es un elemento fundamental en cualquier paisaje pero en Marrakech, adquiere un significado especial. No solo es un bien preciado, sino que es el eje alrededor del cual gira la vida de la ciudad. Su presencia se siente en los patios de los riads, en las fuentes que adornan los palacios y madrasas, o en las pequeñas acequias que recorren los jardines.

Nuestras cámaras han capturado los matices de este "hilo azul", su recorrido por la ciudad, la vida que propicia a su paso, la calma que aporta en el bullicio de la medina. Se trata de imágenes honestas, fieles a lo que hemos vivido y sentido. Las vemos como una fuente de inspiración que nos permitirá interpretar el próximo proyecto que llevaremos a cabo y que ha justificado este viaje.

 

Estos son los conceptos que nos hemos traído en la maleta y queremos plasmar en nuestro próximo proyecto:

  • La belleza se encuentra en la simplicidad y en la armonía que surge de la interacción entre el hombre y el entorno. 

  • El agua es vida, es cambio, es fluidez. En Marrakech, hemos comprendido que también es respeto, es tradición, es armonía.

  • No somos meros diseñadores. Somos mediadores entre el hombre y su entorno, entre el pasado y el presente, entre la tradición y la innovación.

 

 

Viajar para nosotros es una necesidad. Para crear e interpretar espacios debemos comprender su esencia.