Un Jardín de Sombras en la Costa Brava

Influenciados por las meditaciones de Tanizaki y la expresividad de Chillida, nuestro proyecto se cimienta en la interrelación de la luz, la sombra y el tiempo. Esta trinidad, que trasciende lo puramente estético, se convierte en una indagación sobre nuestra percepción del entorno. Nuestro diseño es una tentativa de capturar esta conversación entre lo visible e invisible, y donde la sombra se erige no solo como ausencia de luz, sino como un agente definidor del espacio.

El proceso creativo para dar vida al jardín fue ante todo un ejercicio de respeto. Al llegar a este jardín impregnado de historia, nos encontramos con una naturaleza que, por sí sola, había compuesto una obra maestra con el paso del tiempo. Árboles centenarios y una vegetación que llevaba la impronta del tiempo nos hablaron de un espacio que había alcanzado su perfección sin apenas intervención.

La tarea no consistía en transformar, sino en revelar y potenciar la belleza inherente de ese jardín, cuyo abandono aparente ocultaba la esencia de su identidad. La propuesta fue clara: preservar la esencia y la memoria, permitiendo que el tiempo siguiera siendo el protagonista del paisaje. Buscábamos integrar un diseño contemporáneo que no alterara el carácter único del lugar, sino que dialogara con él y su historia.

SOBRE EL DISEÑO DEL JARDÍN

Cuando llegamos por primera vez al jardín observamos cómo la luz solar escribía un patrón de sombras sobre el musgo, ese tapiz vivo que el jardín había tejido por sí solo. Esa observación fue clave: cualquier cambio no debería perturbar ese espectáculo natural.

Conscientes de las limitaciones hídricas de la región optamos por el uso del musgo del propio jardín en lugar del césped. El diseño de adoquines, que evocan lineas influenciadas por la obra de Chillida, generan un espacio libre en el que los arboles pueden proyectar sus sombras. Éstas se desplazan desvelando siluetas que se transforman conforme avanza el sol. Este método no solo pone en valor la luz propia de la Costa Brava a través de su contraste, la sombra, sino que también propone una reflexión sobre cómo el paso del tiempo y el movimiento enriquecen nuestra interpretación del espacio.
 

SOBRE LA OBRA DE CHILLIDA

La investigación filosófica sobre tiempo se convirtió en la brújula de nuestro diseño. Nuestro enfoque contempla el tiempo no simplemente como una secuencia de momentos, sino como el espíritu que define el espacio en el que vivimos. Nuestro proyecto es, en esencia, una conversación con la historia del lugar.

Influenciados por la obra de Eduardo Chillida aspiramos a reflejar en el diseño del jardín esta idea de que el tiempo actúa como artífice del espacio, esculpiéndolo como hace el artista al dar vida a su obra. Chillida aborda en su obra aborda además la esencia del espacio y la forma, explorando la íntima relación entre el vacío, la materia, y su relación con el paisaje. Esta reflexión sobre cómo el arte interactúa con su entorno, revela un diálogo entre la creación humana y la naturaleza, donde el vacío no es ausencia, sino un elemento lleno de posibilidades expresivas.

Chillida se sumerge en la filosofía de la presencia y la ausencia, utilizando el metal y la piedra no solo como materiales, sino como mediadores entre el ser humano y el espacio que habita. Inspirado en la fenomenología de Heidegger, su trabajo invita a una contemplación profunda sobre nuestro lugar en el mundo, subrayando la importancia de la armonía entre el hombre, el arte y la naturaleza. La obra de Chillida se convierte así en una puerta hacia la comprensión de cómo el espacio y el tiempo configuran nuestra experiencia del entorno, ofreciendo nuevas maneras de entender y coexistir con el paisaje.

ELOGIO A LA SOMBRA

"Elogio a la Sombra" de Jun'ichirō Tanizaki es una reflexión filosófica que nos invita a reconsiderar nuestra relación con la luz y la sombra en el contexto de la estética y la cultura. Tanizaki argumenta que en la sombra reside una belleza sutil y profunda, a menudo ignorada en las sociedades que privilegian la claridad y la luz. La obra destaca cómo las tradiciones japonesas han sabido apreciar y cultivar esta belleza en la arquitectura, el arte y la vida cotidiana, a través de la creación de espacios y objetos que se revelan plenamente en la penumbra.

El ensayo es también una meditación sobre el choque y la armonía entre las culturas orientales y occidentales, reflejado en sus distintas maneras de percibir y valorar la luz. Tanizaki sugiere que la obsesión por la iluminación brillante puede eclipsar las cualidades estéticas que solo se manifiestan en la interacción delicada con la oscuridad. Así, "Elogio a la Sombra" nos anima a explorar y abrazar las sombras de nuestro entorno, reconociendo en ellas una fuente de serenidad, misterio y elegancia que enriquece nuestra experiencia sensorial y espiritual del mundo.