Club de Tenis Montepríncipe

El Club de tenis Montepríncipe de Madrid, representa una integración perfecta entre paisaje y deporte. Hemos convertido al entorno natural en un componente activo dentro de la experiencia deportiva, estableciendo un nuevo paradigma de diseño sostenible y empático en el que ambas disciplinas se definen y nutren mutuamente. Sin jerarquías.

PAISAJE Y DEPORTE

El concepto central de nuestro proyecto se ha centrado en la integración total del entorno natural y las instalaciones del Club. En este espacio el paisaje no es un mero telón de fondo para la actividad deportiva, ni el deporte, una simple actividad. En su lugar, ambos elementos se definen y nutren mutuamente creando una conexión sin imposiciones.

Las encinas y pinos centenarios han sido preservados en su totalidad y se han convertido en parte esencial del diseño. Los estudios solares realizados para orientar las pistas, aseguran que los árboles proporcionan una sombra natural a distintas horas del día sin interferir en el juego, creando así un microclima ideal para la práctica deportiva.

Se ha propuesto un entorno natural poroso, donde el deporte se practica de manera flexible, permitiendo que el usuario elija cómo y dónde realizar su actividad. Zonas de  relajación o estiramiento entre las encinas centenarias, espacios para realizar deporte en grupo a la sombra de los árboles y áreas de paseo e interacción entre usuarios, se extienden a lo largo de todo el proyecto.

Hemos convertido el paisaje en un componente activo de la experiencia deportiva.

EL USUARIO EN EL CENTRO DE TODO

En el diseño del Club de Tenis de Monteprincipe, hemos adoptado una filosofía centrada en el usuario, reconociendo la diversidad de quienes disfrutarán de las instalaciones. La integración de tres tipos de usuarios conlleva un entendimiento profundo de sus recorridos, accesos y limitaciones. Los socios buscan exclusividad y confort, los alumnos requieren espacios funcionales para su formación, y los visitantes demandan una buena experiencia de usuario. Esta diversidad se ha convertido en el hilo conductor que, junto al entorno natural, ha dirigido nuestras decisiones de diseño.

Cada zona de juego está estratégicamente ubicada considerando los estudios de sombra garantizando sombra natural. Esta cuidadosa planificación permite que los usuarios experimenten la sensación de jugar en medio de un bosque, realzando su conexión con la naturaleza.